Preguntas abiertas vs Preguntas cerradas durante una entrevista de trabajo.

💼 Entrevistas

Preguntas abiertas en entrevistas: tu momento de brillar

No se trata solo de responder bien, sino de hacer las preguntas correctas para evaluar si ese trabajo realmente te conviene.

Hay un momento al final de casi todas las entrevistas en el que te dicen: «¿Tienes alguna pregunta?» Y claro, justo ahí, con los nervios, el cerebro medio frito y las manos sudando, cuesta sacar algo mejor que un «no, todo claro, gracias». Pero ese espacio —aunque parezca pequeño o decorativo— es tu turno de hablar con libertad, de mostrar interés real… y también de poner a prueba si ese sitio te conviene o no. Porque sí, tú también estás evaluando.

Y ahí es donde entran las preguntas abiertas. No es lo mismo decir: «¿El horario es flexible?» que preguntar: «¿Cómo es un día típico de trabajo aquí?» En el primer caso, te pueden soltar un sí o un no y ya está. En el segundo, abres la puerta a una conversación. A detalles, matices, incluso a detectar si lo que te dicen suena forzado o auténtico. Preguntas abiertas te dan pistas: sobre el ambiente, la gente, los valores… cosas que no salen en la oferta de empleo.

Además, hacer buenas preguntas dice mucho de ti. Habla de curiosidad, de que no te conformas con lo mínimo, de que te importa entender dónde te estás metiendo. Y lo mejor es que no hace falta tener una lista perfecta. Basta con escuchar bien durante la entrevista y luego tirar del hilo. A veces, incluso puedes soltar un: «Me llamó la atención lo que dijiste antes sobre los proyectos en equipo… ¿cómo los organizan?» Así de simple. Y así de potente.

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Cuándo usar preguntas abiertas y cuándo cerradas (versión simple)

Usa preguntas abiertas para entender mejor. Son útiles al principio: revelan la historia, las razones y lo que realmente importa.

Usa preguntas cerradas para decidir o confirmar. Son útiles al final: ayudan a elegir, priorizar o fijar una fecha.

Una secuencia que funciona bien es: abrir para explorar, estrechar con ejemplos y datos, y cerrar con una decisión.

Preguntas útiles para entrevistas (y por qué funcionan)

  • «¿Cómo es un día típico en este puesto?» Por qué funciona: te da una imagen real del trabajo diario, más allá de la descripción oficial.
  • «¿Qué oportunidades de crecimiento hay aquí?» Por qué funciona: muestra tu ambición y te ayuda a evaluar tu futuro en la empresa.
  • «¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta el equipo actualmente?» Por qué funciona: demuestra interés genuino y te prepara para lo que viene.
  • «¿Cómo describirían la cultura de trabajo aquí?» Por qué funciona: revela valores reales y te ayuda a ver si encajas.

El método STAR: estructura tus respuestas como un profesional

Cuando te hagan preguntas sobre experiencias pasadas, usa esta fórmula:

  • Situación: Describe el contexto específico donde ocurrió la experiencia.
  • Tarea: Explica cuál era tu responsabilidad o el objetivo que tenías.
  • Acción: Detalla las acciones concretas que tomaste para resolver la situación.
  • Resultado: Comparte los resultados obtenidos, preferiblemente con datos o métricas.

Ejemplo: «En mi trabajo anterior (Situación), tenía que aumentar las ventas del equipo en un 20% (Tarea). Implementé un sistema de seguimiento semanal y capacitaciones mensuales (Acción). Al final del trimestre, superamos la meta con un 25% de aumento (Resultado).»

Errores comunes en entrevistas (y cómo evitarlos)

  • No hacer preguntas al final. Mejor: prepara 3-4 preguntas inteligentes que muestren tu interés real.
  • Responder con monosílabos. Mejor: usa el método STAR para dar respuestas estructuradas y completas.
  • Criticar empleadores anteriores. Mejor: enfócate en lo que aprendiste y cómo te ayudó a crecer.
  • No investigar sobre la empresa. Mejor: dedica 30 minutos a conocer su historia, valores y proyectos recientes.

Consejos finales para brillar en tu entrevista

  • Antes: Practica tus respuestas en voz alta, prepara ejemplos concretos y llega 10 minutos antes.
  • Durante: Mantén contacto visual, escucha activamente y haz preguntas de seguimiento cuando sea apropiado.
  • Después: Envía un email de agradecimiento en 24 horas mencionando algo específico de la conversación.

Recuerda: una entrevista es una conversación bidireccional. Tú también estás evaluando si la empresa es el lugar correcto para ti. Las preguntas abiertas te ayudan a obtener esa información valiosa que necesitas para tomar la mejor decisión.

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