Capítulo 21. El desenlace final de la fuga y del curso Java
Todo ha salido como esperábamos. Hemos conseguido salir de la prisión sin ninguna complicación. Seguimos con el plan y ya estamos en casa de la amiga de Pedro. No tengo demasiado tiempo, así que la despedida será corta. No tengo ni idea de cuál será el siguiente destino de mis compañeros de huida. Nunca me lo dijeron. Lo que tengo claro es que no voy a volver a verlos más. Es una sensación muy desoladora, ya que, aunque no los conozco desde hace mucho, he creado una gran amistad con ellos y han sido un gran apoyo.
Desde esta casa me dirijo a pie a la biblioteca. Mientras camino, pienso que estar en la calle es una sensación muy extraña. No sé cómo describirlo, pero el mero hecho de ir andando por cualquier calle me hace feliz. Espero que a mis nuevos amigos les vaya bien y espero que lo mismo me suceda a mí. Estoy bastante nervioso porque no sé exactamente qué va a pasar, y es una sensación muy angustiosa.

Aunque Chani me está ayudando a demostrar mi inocencia, mi relación con él ya no será la misma. Tengo pensado marcharme de esta ciudad y olvidar todo lo que me ha pasado aquí. Eso también incluye a Chani. De Rich, mejor ni hablar. Era uno de mis mejores amigos y me traicionó sin pensarlo por algo de dinero.
Sigo caminando y mi cabeza no para de dar vueltas. Supongo que es normal, pero tengo un muy mal presentimiento. Quizás sean los nervios. Disfruto de lo que podrían ser mis últimos minutos de libertad, aunque no puedo aprovecharlos como me gustaría. Debo andar muy deprisa, ya que no tengo mucho tiempo.
Así, sin aviso previo, alguien me agarra del brazo y casi me da un infarto. Nadie me conoce por esta zona, así que no esperaba que intentaran detenerme por ningún motivo. Al voltearme, me llevé una pequeña sorpresa: era Rich. Pensé que sería una coincidencia, ya que habíamos quedado en el mismo sitio y seguíamos el mismo camino. Pero en realidad, no era así. Me estaba esperando allí para advertirme.
Nada más verlo, me entró una inmensa sensación de enfado. Pensé en golpearlo, pero antes de que pudiera decir nada, comenzó a hablar de forma apresurada. Apenas podía entenderlo.
Me esforcé mucho por saber lo que estaba diciendo y llegué a la conclusión de que me estaba llevando a una trampa. No tengo mucho tiempo, así que le pedí que se explicara mejor y de forma más pausada.
Entonces comenzó a explicarme una historia. Según él, Chani había planeado todo junto con su novia coreana. Al parecer, todo había sido idea de esta última. Lo había planeado desde la lejanía. Además, contaban con el primo de Chani como cómplice. La idea principal era inculparme a mí y a Rich, pero parece que no tuvieron el tiempo suficiente para acceder a su ordenador y desistieron.
Siguiendo con la historia, en teoría, Rich no sabía nada hasta que Chani y su novia le contactaron hace unas pocas semanas. Le ofrecieron una buena suma de dinero si testificaba contra mí y corroboraba su historia. Según Rich, se negó a hacerlo y entonces vinieron las amenazas. Primero sugirieron que podían hacer que le encerraran y, después, viendo que su víctima aún dudaba, empezaron las amenazas físicas hacia él y su familia. Le aconsejaron mantenerse al margen, y es por eso que no había recibido noticias suyas en un largo período de tiempo.
Mientras tanto, Chani y sus compinches habían estado tejiendo un plan para asegurarse de mantenerme encerrado por mucho tiempo. La idea era convencerme de escapar de la cárcel y que, cuando llegara al lugar acordado, me estuviese esperando allí la policía. Al parecer, eso es lo que me aguarda allí: un montón de agentes de policía camuflados, desde los alrededores hasta dentro de la biblioteca.
La historia parece creíble; incluso la forma de expresarse de Rich es muy convincente, pero esta trama es bastante difícil de creer. Llevo meses planeando la huida de la prisión basándome en una información, y no me entra en la cabeza que las cosas puedan ser diferentes. Por otro lado, es normal que Rich quiera engañarme; en teoría, es a él a quien le interesa que yo esté en prisión.
Después de pensarlo menos de un minuto, le digo que no me lo creo y que pienso llegar hasta la biblioteca. Aunque en realidad ya me han entrado dudas y estoy extremadamente nervioso. Pero, llegados hasta este punto, no sé qué más hacer. La única opción que tengo es seguir con el plan y confiar en que todo salga bien. La historia que me acaban de contar tiene mucho sentido, pero si yo estuviese en su lugar, también trataría de engañarme.

Por suerte para mí, Rich tenía pruebas para mostrarme. La primera vez que contactó con Chani y su novia, consiguió una grabación. En cierto momento de la reunión, se ausentó para ir al baño y activó la grabación de audio de su móvil. Al principio de la conversación se escuchan dos personas hablando en coreano, aunque en cierto momento empiezan a hablar en inglés con Rich. Es sin duda la voz de Chani; empieza diciendo que soy un criminal y que debo pagar por mis delitos. Luego le aconseja que no me ayude y termina con una amenaza, dejando claro que, si le ayuda de algún modo, acabará dando explicaciones a la justicia.
Chani es listo, así que en ningún momento deja entrever su implicación y es muy comedido en sus amenazas. Esta grabación me ha abierto los ojos, aunque, aun así, no estoy convencido al 100%. Puede que fuese parte del plan para conseguir que Rich confiase en ellos y así obtener una grabación incriminatoria. Sea como fuere, me decanto más por creer la versión de Rich. Pero aún estoy dudando; sopeso mis alternativas y repaso mentalmente todas las conversaciones que he mantenido con los implicados desde que entré en prisión.
Como Rich ve que aún sigo dudando, decide mostrarme una prueba más. Algo irrefutable. Me pide que le siga, aunque me sugiere que me mantenga a distancia. Otea el horizonte con mucho cuidado y va pegado a la pared. Parece que está buscando algo. Llega a la altura de un contenedor que hace esquina; desde ahí se puede observar la biblioteca y toda la calle principal frente a ella. No sé qué estamos buscando, pero casi sin decirme nada me señala una furgoneta. Hay gente dentro, parecen estar vigilando. Después me muestra otra furgoneta que está aparcada al otro lado. Está claro que son policías y están esperando mi llegada.

En ese momento, empiezo a sentir una cantidad de ansiedad que apenas puedo controlar. Pienso que, si los policías están esperando, es porque ya saben que me he escapado de la prisión y todo el plan se ha ido al garete. Lo más sencillo sería tratar de huir. Ojalá supiese a dónde ha ido Bud; quizás podría llevarme con él o al menos ayudarme a salir del país.
Aún no sabía que Bud seguía monitorizando la comunicación que llegaba a la prisión. Dentro de ella, los policías todavía no sabían que me había fugado, así que no me estaban buscando. Si volvía antes de que hiciesen el registro de mi celda, nadie tendría pruebas de mi escapada y nadie tendría motivos para dudar de mí.

De pronto recordé la grabación que el primo de Chani me mostró para inculpar a Rich, donde pedía a Chani que se fuese del país y no volviese más. Se lo comenté a Rich, y me dijo que era una frase sacada de contexto. La conversación no era con Chani, sino con un amigo inglés de su misma ciudad. Es una excusa tan absurda que debe de ser cierta.
No sé qué hacer; me he quedado bloqueado. Por suerte, Rich comienza a hablar en voz baja y me comenta que tiene un plan. Parece que lo tenía planeado desde que Chani le pidió participar en esta reunión trampa. En realidad, apenas tengo que hacer nada; todo va a depender de él. Bueno, para ser sinceros, si me pide algo, es que le golpee en la cara. Me sorprende, pero solo tuvo que pedirlo dos veces. Está sangrando de la nariz, se ha limpiado la camiseta e incluso se ha manchado de barro parte de la ropa. Por último, me dice que escape de allí cuanto antes. Mi intención es volver a prisión con Phil; aunque en la cárcel ya sepan que no estoy, puedo inventarme alguna historia, como que me quedé dormido en la lavandería. Le indico a Rich mi punto de reunión con Phil, y simplemente se despide, diciéndome que me da dos minutos de ventaja.

El aparcamiento para miembros de la prisión es subterráneo y desde allí se puede acceder a varias salas. Antes de escapar, Bud me mostró una ruta de vuelta a mi celda. La puerta debería seguir abierta y, una vez allí, podré cerrarla desde dentro. Era el plan perfecto, aunque me preocupa que los policías hayan alertado a los guardias de la prisión sobre mi posible fuga. A estas alturas, probablemente ya hayan revisado mi celda y descubierto que no estaba. Aun así, confío en el plan. Nadie me ha visto fuera de estos muros y no pueden demostrar que me he fugado. Si logro regresar sin ser detectado, podré seguir adelante con nuestra estrategia.

Regresar a mis humildes aposentos fue bastante sencillo. Cerré la celda desde dentro y ahora solo espero la inspección matutina. No veo mucho revuelo, lo que significa que no están buscando a nadie; una muy buena señal. Cuando llegó el vigilante, su expresión cambió por completo. Por un momento, me asusté, pero entonces recordé que Bud se había escapado y todavía no lo sabían.
Rápidamente, el guardia dio la voz de alarma y comenzaron las labores de búsqueda. Fue entonces cuando me di cuenta de que Bud, desde fuera, me había ayudado bloqueando las comunicaciones entre la policía y la prisión. El plan había salido a la perfección.
Por supuesto, fui interrogado por la desaparición de mis compañeros de fuga, especialmente porque compartía celda con uno de ellos. Me limité a decir que estaba dormido y que, al despertar, me encontraba solo en la celda. Era una explicación poco creíble, pero imposible de refutar.
Rich, por su parte, entregó el audio a mi abogado y juntos empezaron a trabajar en mi defensa. Gracias a las nuevas pruebas y al testimonio de Rich, no tardé mucho en recuperar mi libertad. Finalmente, pude demostrar mi inocencia. Ahora tengo toda una nueva vida por delante y, además, he aprendido a programar en Java.
Chani y su novia no tuvieron la misma suerte. Fueron encontrados culpables de extorsión y condenados a varios años de cárcel. Las empresas afectadas recuperaron el dinero, y todo se aclaró por fin.
Gracias por haberme acompañado en este arduo camino. Juntos hemos aprendido a programar en Java, y espero que te sea tan útil como lo ha sido para mí.